Consejos de decoración para dormir mejor
¿Te has parado a pensar en alguna ocasión cómo el modo en el que decoras tu dormitorio puede afectar a la calidad de tu sueño? Pues, en efecto, tenemos que decirte que sí, que cada detalle puede influir en cómo duermes.
Mientras escribimos estas líneas estamos pasando una tremenda ola de calor en España que hace que conciliar el sueño sea más complicado que nunca. Veamos si el estado de nuestro dormitorio nos puede ayudar a que sea un poco más sencillo.
Y comenzamos con los colores, porque su elección es clave para conseguir dormir bien. A la hora de escoger el color de tu dormitorio debes pensar en aquellos más suaves y relajantes, no sólo para las paredes, sino también para elementos textiles como cortinas, ropa de cama, alfombras… Por ello conviene que elijas azules, verdes o grises en tonos suaves y claros.
Tu dormitorio debe tener una buena combinación entre luz natural y artificial. Durante el día, en las horas de menos calor, deja pasar la luz natural (o durante todo el día cuando acabe el verano). Por la noche, usa cortinas o persianas para bloquear la luz exterior al tiempo que usas luces artificiales pero suaves. Ideal que sean regulables, para que puedas crear un ambiente relajante.
Si tu habitación es ruidosa… mal vamos. Los ruidos externos pueden hacer que duermas mal, o fatal. Por ello, hay cortinas, alfombras o paneles que insonorizan la estancia. Además, hay máquinas de sonido blanco que pueden bloquear ruidos no deseados. Y esta debería ser la única tecnología que tengas cerca, ya que los dispositivos electrónicos en tu habitación, especialmente si los colocas cerca de tu cama, pueden trastocar tu sueño. Evita teléfonos móviles, tablets, televisores… la luz azul de estos dispositivos perturbarán tu capacidad de descanso.
Nada peor para dormir que tener un dormitorio desordenado. ¡Es el momento de ordenar y limpiar tu dormitorio! El caos no ayuda a tener un espacio relajado.
Las plantas de interior ayudarán a purificar el aire y crear un ambiente relajado. Algunas, además, emiten oxígeno por la noche, mejorando la calidad del aire en tu estancia de descanso.
Y, por supuesto, la elección de tu cama es importante: debes elegir una en la que el colchón y las almohadas ayuden al descanso.
¡Dulces sueños!